Lamento de verano
El verano es con sus rosas y ahora aroma a lavanda
sequías obcecadas y calores sofocantes
cortas mañanas de ocio y amaneceres despiertos
el fulgor de las tardes, la alevosía del viento.
Los veranos son esperas por vos, por él, por ellos...
sacudidas de polvo y especie de desfiladero
momentos de gloria y largos de desasosiego
historias repetidas que se agobian con el tiempo.
Este verano es ese gallo absurdo que desconoce horarios.
El gorrión en la ventana velando el último aliento
de su pichón estrellado contra el piso de cemento.
De las ciruelas madurando al compás de los reflejos.
Aquellos veranos inciertos sin saber que te tenía
se acabaron por estériles, se murieron en silencio
ignoraron el suspiro de haber conocido el misterio
de tu voz enardecida, de la yema de tus dedos...
El verano es temores siempre habidos, evidencia del
hombre que rehúsa el silencio eterno.
Olga Starzak
Nostalgias
Anida en mis entrañas
el recuerdo.
Un te amo se funde en el eco
del recejo de este lago.
El veril atrapa las palabras
y ansío que la profundidad las sepulte.
Son las mismas aguas donde intenté
desplegar el vuelo de mis sentimientos.
Las percibo tan frías que estremecen.
El peligro eriza.
Me subyuga su libertad.
Las siento tan mías como es mío
el secreto que les entrego.
Ya no puedo bucear en sus silencios.
Un chucao se acerca a mis pies...
le ofrezco las migajas de mi cuerpo.
Retrocede y vuelve...
Vuelve y retrocede.
Sé que lo he perdido para siempre.
No volverá a encontrarme
aunque lo intente.
Ahora es una orilla apacible, transparente.
Aquel veril ha quedado muy lejos.
Siento una mano tibia que me acaricia.
Su sonrisa perfecta me ilumina.
Y entonces comprendo, con nostalgia,
que es ahí tan próxima,
donde está toda mi vida.
Olga Starzak
Revelación
Un grito,
un grito que es gemido en la garganta sedienta.
Un grito que es dolor
que nace de las entrañas de ese ser que sueña.
Un grito que es goce sudando esperanza.
Un grito ahogado que retumba en las blancas paredes.
Un grito sublime en el inmenso misterio de la vida.
Un grito que agobia, que libera...
que se confunde con el irregular respiro
que subyace en la arrogancia de la mujer
que puja... y puja.
Un grito agudo es ahora el último grito
es ya sólo un eco diluyéndose.
Sus músculos se contraen con vigor
se ensancha el sexo
se allana el abultado vientre
y entre sus tiesas piernas
asoma la vida que abandona su cuerpo.
Y es un grito del niño el estrépito llanto
que eleva a la madre a la cumbre del éxtasis.
Sepulcro de sueños
Abatida por
los ecos diabólicos
de mis más
miserables espantajos
acomodo mis
huesos demolidos
en la escafandra que es
ahora mi cuerpo.
Me absorbe el silencio.
Acosada por
los fantasmas del ayer.
Supongo una vida sin tu vida.
Anochece el espíritu
en la tormenta.
Doblegó mis fuerzas.
Evoco historias fallidas
verdades ocultas.
Inercia en mi cuerpo y nada en la piel.
Más silencio.
Vestigios de sueños
soñados despiertos.
Tu locura y la mía.
Sepulcro de sueños.
Olga Starzak
Olga Starzak